martes, 19 de marzo de 2013

Entre Diasepan y chocolates

Para mi no existe escena mas optimista que una noche lluviosa
en plena calle y en pleno frío,
y es que la piel esta curtida de un modo tan especial,
no hay cortadas, no hay heridas.
Lo único que te hace resistente es el rompecabezas
que tiene uno desde hace días, le hacen falta piezas,
¿el gato se las habrá comido
o el viento me habrá jugado una mala pasada?
(y es que tu imagen a veces fue muy endeble
como para que el viento la desbaratara).
Y entre todo este frío también me he dado cuenta
de que la naturaleza tiene su estilo
para sacarle una foto al mundo,
no todo es deprimente como parece.
Inclina su cámara, aprieta el obturador
y todo se ilumina por su flash llamado rayo,
el problema es que creo que no se actualiza
por que cuando sale la fotografía,
pareciera que usa el pajarito de las cámaras de lo abuelos,
hace baaaaammm, pero nadie cierra los ojos.
Despierto, vuelvo a mi casa y antes de dormir
de nuevo el desconcierto,
a mi no me gustan los psicólogos, ni los psiquiatras ni sus medicinas.
Se supone que debo tomar Diasepan
para calmar las ansias y la depresión,
pero tengo que ser sincero, soy algo masoquista,
me gusta que me revoloteen todas esas palomas en mi cabeza,
me gusta ese fantasma que ve la televisión
o esa voz que tengo detrás de las orejas.
Un amigo muy sincero un día me dijo "no te avientes",
y me hablo del chocolate, lo comencé a tomar
pero no funciono del todo bien.
Ahora soy tachado de poeta, loco y socialista.

Por: El vampiro de cloaca

No hay comentarios:

Publicar un comentario