lunes, 29 de agosto de 2011

Una teoría de la vida

Yo creo que la vida
se divide en dos cosas,
el pastel y el vino de la vida.
El vino viene embotellado
en un material
mas parecido a la esmeralda
que al cristal,
tiene un corcho de plata
y viene con una etiqueta como de papel arroz
o algo parecido.
En esa etiqueta viene un aviso de advertencia
en el que se lee lo siguiente:
"el abuso en el consumo de este producto
causa la muerte prematura".
El vino viene elaborado por una parte amarga,
una parte dulce y agua para diluir,
la parte amarga parece que se compone
por ácido, vidrios y demás cosas corrosivas,
la parte dulce tiene azúcar,
miel y flores.
La botella se agita antes de tomarse
directamente de ésta,
solo que hay que tener cuidado con los tragos
que se tienen que ingerir,
ya sean dulces, amargos,
o alguna mezcla extraña de los dos.
Después, el pastel de la vida es algo grande
y se tiene que comer con las manos,
no tiene un color uniforme
y en la punta tiene algo raro,
dicen que al llegar a esa parte
uno pasa a otro mundo,
las rebanadas son de diferentes tamaños
y diferentes sabores,
el problema de este caso
radica en que si te comes
el pastel de una manera acelerada,
puede que no llegues ni a la mitad de las experiencias
que brinda este platillo.
O si al contrario os gana la flojera,
el pastel se pudrirá y cuando sean viejos
y vuelvan a probar de el,
solo saborearan el sabor amargo
de la nostalgia y la frustración.
Pero aún no he conocido a la persona
que se haya terminado, por completo,
este platillo gourmet.
Hay diferentes caminos para llegar a esa fruta extraña
pero se dice que lo mejor
viene cuando se llega hasta la punta,
y también se dice
que los que llegan jóvenes a ella
son los elegidos por los dioses.

Por: el vampiro de cloaca

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