viernes, 2 de septiembre de 2011

Un muerto cualquiera

He abierto de nuevo los ojos,
me siento como un recién nacido,
me siento más ligero, me veo mas palido
y llevo la misma ropa
de aquella noche del accidente automovilístico,
de repente me elevo, el suelo se despega de mi
pero se siente mas como una caída.
Extrañamente he subido al fondo del abismo,
He tocado el suelo del cielo
y me he podido incorporar
Y es que me he elevado
a una galaxia de caos irresponsable
en donde yo soy esa cosa putrefacta
que, apenas si tiene forma de algo,
los colores se revuelven
y el ardor de estar vivo
se siente por que a veces la luz es molesta.
Pareciera que yo soy
como el fantasma de esos mundos tan puros,
ese vendaval chocarrero de dias lluviosos y suelos encharcados,
ese susurro que te hiela la piel por decir tu nombre,
ese arrastrar de objetos y pies pesados en los pasillos de tu casa,
esa sombra estacionada en el rincon mas oscuro de tu camino,
esa sensación de que alguien te sigue por detras.
ese dolor que produce el terror en el estomago y en las rodillas
por ver que algo se mueve enfrente de ti.
Y es que por mas que intento desenvolverme en esos mundos
con la mayor naturalidad posible,
siempre termino aterrorizando a los demás,
trato de comportarme como lo hacía en la tierra
y como cuando estaba vivo,
pero siempre termino solo,
siempre que clamo en las noches por ayuda,
siempre que me acerco a alguien sollosando para pedir compañia,
nací solo,
viví solo,
morí solo
y desaparecere yo solo,
así ya no quiero la eternidad

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