Intento rescatar lo poco
que queda de vida en la nieve,
ya que mi vida se hizo invernal,
trato de desenterrar mis mejores recuerdos
pero salen marchitos.
Están por debajo de capas y capas
de fría indiferencia
y dura monotonía.
Mi sonrisa voló por la crueldad
y ha regresado pero, pero es muy extraña.
Y cada que doy un paso,
se oye el crujir de las hojas
y parecieran los sueños rotos
por el duro avance de mi vida.
Ya mi espada está perdiendo su filo
por cada desilusión proporcionada,
las cabezas de mis victimas
las arrojo al costal
que está en mi espalda
y las tengo como pruebas
de las adversidades superadas.
La vela de mi vida casi se apaga,
está en el límite de la cera
y ésta siempre se derrama.
Y como una combustión acelerada
Siento que se acerca
La hora de mi muerte
Por: El Vampiro de Cloaca
lunes, 28 de diciembre de 2009
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