El mundo respira estertoroso,
tan lánguido y quebradizo
que no puedo cambiar de opinión.
Y con un corazón apolillado
por hembras que son comecorazones
como los antiguos dioses,
he salido mal herido
y voy caminando con desilusión y coraje,
y tantos golpes acertados
dan paso a un estigma
que provoca más estigmas,
y mi explicación es que
mi ontogenia es la culpable
de ver una oquedad en los demás
Por: El Vampiro de Cloaca
lunes, 28 de diciembre de 2009
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